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cesárea piel con piel

Contacto piel con piel en una cesárea: una realidad llena de beneficios

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El embarazo es una vivencia única para cada mujer. No hay dos embarazos idénticos, de igual manera que no existen dos mujeres iguales. Son alrededor de 40 semanas llenas de plenitud y sensaciones maravillosas, que se experimentan día a día. Pero también hay momentos estresantes y de incertidumbre, de miedos e inseguridades frente a múltiples cuestiones. Entre ellas, una de las más frecuentes, cómo será el momento del parto.

En ocasiones, no todo sale como teníamos planeado en nuestra cabeza. Finalizar el parto con una cesárea es, en muchas ocasiones, motivo de tristeza y frustración para las madres. Fundamentalmente, por estar alejadas de su bebé nada más nacer o por encontrarse frente a una realidad que no era la deseada.

Hace unos años, retirar a la madre de su hijo era una rutina hospitalaria, propia del siglo XX. A día de hoy se ha visto sustituida, gracias a protocolos basados en recomendaciones a nivel internacional y a la implicación profesional, para que los recién nacidos y sus madres puedan disfrutar de todos los beneficios del piel con piel precoz en cesáreas, así como del método madre canguro en unidades de neonatología.

 
 

Motivos para aplicar una cesárea

Los motivos por los que un bebé puede nacer por cesárea son múltiples. Vamos a explicarlos en base a la urgencia con la que se realiza el procedimiento:

  • Cesárea electiva o programada: se da en casos en los que el feto se encuentra en presentación podálica o de “nalgas”, en mujeres que tienen cesáreas previas o en aquellas en las que, debido al curso de su gestación, a nivel materno o fetal, se cumplen criterios para finalizar el embarazo vía cesárea, programada y sin urgencia.
  • Cesárea urgente: en el trascurso de un parto, existen alteraciones en la evolución del proceso que conllevan un compromiso a nivel fetal o materno para continuar la fase de dilatación o expulsivo con normalidad. Por ejemplo, algunos motivos pueden ser una desproporción pélvica en relación con el tamaño fetal, que el parto no evoluciona según los tiempos considerados “normales” o que el feto tiene alteraciones de la frecuencia cardiaca por la influencia de las contracciones uterinas, entre otros.
cesárea plan de parto

Beneficios para el recién nacido y la madre

La Asociación Española de Pediatría respalda de una forma total la iniciativa del contacto piel con piel madre-bebé en mujeres durante la cesárea. Pero, ¿en qué consiste realmente? ¿Qué beneficios tiene? ¿Puede realizarse en todas las cesáreas?

El nacimiento es el acontecimiento más estresante que sufre un bebé y proporcionarle todo lo que necesita en cuanto nace es sencillo. Los recién nacidos solo necesitan a sus madres, de ellas procede todo, abrigo, alimento y afecto.

El contacto piel con piel temprano consiste en colocar al recién nacido desnudo sobre el torso desnudo de la madre, apenas nace o poco tiempo después. El fundamento para el contacto piel con piel se basa en la propia biología de los mamíferos, conductas innatas que conducen a una lactancia materna satisfactoria y dicho sea de paso, a la propia supervivencia de la cría, el origen de todo.

Esta conexión aporta beneficios al bebé, ayudándole en la transición fisiológica a la vida fuera del útero materno, mejora su oxigenación, disminuye la pérdida de temperatura y mejora su gasto energético, facilitando el inicio de la lactancia materna así como el fomento del apego y el vínculo afectivo entre la mamá y su recién nacido. El llanto disminuye, mejorando su bienestar, los bebés se encuentran mucho más estables, y a su vez, más felices.

Para la mujer, este contacto precoz produce una gran liberación de oxitocina, la llamada “hormona del amor”. Nos es muy beneficiosa tras el parto para ayudar a la contracción uterina (y de esta forma disminuir el sangrado) y a la eyección láctea. Tan solo con escuchar el llanto del bebé recién nacido, provoca su producción en la hipófisis posterior, a nivel cerebral, manteniéndose su liberación en el contacto con el cuerpo desnudo de la criatura.

Alrededor de un 25% de los nacimientos en nuestro país se produce por cesárea, más del doble de lo recomendado por la OMS (tasa recomendada entre 10-15%). Forma parte de la Estrategia de Atención al Parto Normal, humanizar el nacimiento. Y uno de sus indicadores de calidad, entre otros muchos, es el contacto piel con piel inmediato bajo situación de cesárea, durante los primeros 70 minutos tras el nacimiento.

Piel con piel continuo en la cesárea

Cada hospital cuenta con sus propios protocolos consensuados y con sus profesionales encargados de la atención neonatal. Se realiza todo un trabajo en equipo con el personal de enfermería de quirófano, ginecólogos, junto con anestesistas, por un lado, además de las matronas junto con el servicio de pediatría por otro. De esta forma, se garantiza un entorno seguro y un completo bienestar a la mujer.

La intervención es muy sencilla y tan solo se necesita a un profesional encargado del binomio madre-bebé. Se evaluará inmediatamente y de manera continua después del nacimiento, el esfuerzo respiratorio, la frecuencia cardíaca, el color, el tono y la actividad del recién nacido. El anestesista se encargará de mantener estable a la madre y los obstetras tendrán que continuar la cirugía con el recién nacido sobre el pecho de su madre.

Es recomendable que este contacto piel con piel sea continuo, se limiten sus interrupciones, y que al menos sea continuado durante un mínimo de 15 minutos. Si durante la cirugía la mujer se encuentra indispuesta, con malestar general, se puede realizar con el papá, no siendo nunca el objetivo sustituir a la madre por el padre, sino favorecer su participación en este bonito proceso cuando la mujer no se sienta capaz en el curso de la cesárea. No son necesarios medios técnicos especiales, tan solo observación y vigilancia por parte de los profesionales encargados.

Cesárea parto

El motivo de la importancia del contacto inmediato en esas primeras dos horas tras el nacimiento es por el periodo sensitivo con el que cuentan todos los recién nacidos, cuando está mucho más activo y receptivo ante los estímulos exteriores, y por tanto, maternos. Una vez pasadas esas dos primeras horas, el bebé está agotado y entra en un sueño profundo, fisiológico, mucho menos predispuesto al contacto y al inicio de la lactancia materna. Por eso ¡hay que aprovechar los tiempos que nos da la naturaleza!

En ausencia de contacto piel con piel precoz, se activan los sistemas de regulación del estrés, enlenteciendo la recuperación y del mismo modo la adaptación del bebé a la vida extrauterina. Aumenta la incidencia de depresión postparto y el dolor postoperatorio.

La evidencia a día de hoy nos cuenta que es beneficioso el contacto piel con piel precoz del recién nacido con su madre, independientemente del tipo de lactancia que la mujer desee ofrecer a su bebé, siempre va a resultar provechoso. Habrá casos puntuales en los que debido al estado del recién nacido (por mala adaptación a la vida fuera del útero o debido al carácter urgente de la intervención…) y/o de su madre (hipertensión arterial, complicaciones anestésicas, hemorragia postparto…) no podrán establecer este contacto precoz hasta la estabilización de ambos, cuando las condiciones puedan ofrecer un entorno seguro a la mamá y a su bebé.

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Planes de parto

En la cesárea se busca que el puerperio inmediato de la mujer sea muy similar al de un parto vaginal, minimizando los efectos de la cirugía siempre que la situación lo permita. Cuando se realiza esta intervención en quirófano, se pide permiso a los padres, su consentimiento y según lo que ellos decidan se lleva a cabo o no. Nunca se toman decisiones de manera unilateral por parte del equipo sin consultar con la pareja.

Las rutinas hospitalarias cambian, el conocimiento del que nos nutrimos los profesionales evoluciona y de este progreso se ven beneficiadas todas las madres que acuden al Sistema de Salud. Hay tantas maneras de nacer como niños y madres hay en el mundo, no hay dos cesáreas iguales, no hay dos partos iguales, y cada pareja es especial con su bebé, sea cual sea la forma que haya tenido de nacer.

En ocasiones, se cumplen los planes de parto con éxito y se consiguen todos los objetivos con los que llegaba la mamá al hospital. Otras veces, se ven truncados por varios motivos (inducción de parto, cesárea urgente…). ¿Qué es lo importante aquí? No dejarse llevar por el desánimo cuando el plan no sale como esperáis. Que no salga como estaba planeado no quiere decir que sea menos bonito o que seas menos madre por someterte a una cesárea si tu bebé está de nalgas o si decides no dar lactancia materna.

Es tu maternidad y nadie la va a vivir por ti, ni las matronas, ni tus amigas, ni tu propia madre. Por eso, cada momento a lo largo de tu embarazo, de tu parto, de tu postparto y de la crianza de tu bebé, seguramente que no sean idílicos, ni de revista, pero tienen algo que no van a tener los demás y es que son únicos para ti. Para vosotros como pareja. Y hay que valorarlos con la importancia que realmente tienen.

cristina fernández matrona

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