Hablamos de presentación de nalgas o podálica, cuando la parte fetal que ofrece el bebé al estrecho superior de la pelvis materna (canal del parto) corresponde con las nalgas. Esta situación afecta entorno al 3-4% de presentaciones a término y su incidencia aumenta en edades gestacionales más precoces.
Podemos diferencias 3 tipos de presentación de nalgas: puras, completas o incompletas.
Nalgas puras se considera cuando la parte ofrecida a la pelvis por el bebé es solo la nalga, teniendo ambas piernas estiradas hacia arriba. Nalgas completas cuando ambas rodillas del bebé están dobladas y sus pies y nalgas están más cerca del canal de parto. Y, por último, las nalgas incompletas, cuando el bebé ofrece al canal del parto un solo pie y la nalga.
Durante la primera mitad de la gestación, el bebé suele tener una presentación inestable y, alrededor de las semanas 28-30, el útero pasa de tener una forma esférica a piriforme. De esta manera facilita una versión espontánea del feto en el útero consiguiendo que naturalmente cambie su presentación de nalgas a cabeza. Así, la mayoría de los bebes cuando llegan a término están de cabeza.
Factores relacionados con la presentación de nalgas:
- Malformaciones uterinas: útero septo, útero bidelfo, miomas intrauterinos, que dificultan la movilidad fetal dentro de la cavidad uterina.
- Polihidramnios (exceso de LA).
- Prematuridad.
- Bajo peso.
- Gestación gemelar.
- Fetos de sexo femenino.
El parto vaginal en presentación de nalgas ha demostrado mayor incidencia de malos resultados obstétricos y fetales que el parto en cefálica. Es por ello que un 70% de las gestaciones a término de nalgas finaliza su embarazo a través de una cesárea programada.
Sin embargo, la cesárea es una cirugía mayor que no está exenta de riesgos maternos, por lo que actualmente se aplican diferente medidas con el fin de conseguir un mayor número de fetos de cabeza y con ello partos vaginales y, así, disminuir la tasa de cesáreas indicadas por presentaciones de nalgas. Entre estas técnicas destacamos la VCE (versión cefálica externa ) y la moxibustión.
Versión cefálica externa
Se trata de una maniobra obstétrica que, mediante manipulación externa de los polos fetales, pretende modificar la presentación y llevar las nalgas del bebe al fondo uterino y dirigir la cabeza hacia la pelvis materna.
La tasa de éxito de la maniobra alcanza del 53 al 65%. Es un procedimiento de bajo riesgo, que presenta complicaciones en un porcentaje muy bajo y que, además, se resuelven con facilidad. Las que pueden aparecer con más frecuencia son la rotura de bolsa, el inicio espontáneo del trabajo de parto o alteraciones en el RCTG (monitorización fetal)
La Versión Cefálica Externa se puede realizar a cualquier gestante cuya presentación del bebé no sea de cabeza y no haya contraindicaciones para un parto vaginal o la realización de la maniobra. La fecha más idónea para su realización es entorno a la semana 37.
Previamente a la realización de la versión cefálica externa, se firmará un consentimiento informado, se realizará una ecografía para verificar la posición del bebé dentro del útero y analíticas del tercer trimestre de embarazo.
Se trata de una técnica que resulta algo incomoda y dolorosa para la mujer, pero es un dolor de corta duración y que se tolera bien. Habitualmente, se realiza en quirófano o en las inmediaciones de este, tras verificar que todo está correcto, canalizar una vía periférica y realizar un RCTG (monitorización de la frecuencia cardiaca del bebe y de las contracciones de la madre).
De forma guiada por ecografía, la maniobra suele ser realizada por dos obstetras que, con manipulación externa de forma firme y mantenida, pero sin movimientos bruscos, dirigen el polo craneal a la pelvis de la madre y las nalgas al fondo del útero materno.
Tras la maniobra, sea exitosa o no, se verificará que todo está correcto y se vuelve a realizar un nuevo monitor tanto de frecuencia cardiaca fetal como de contracciones maternas. Si todo está correcto, se procederá al alta de la mujer y citación para las próximas visitas de seguimiento de embarazo.
Si la maniobra no es exitosa, se programará una cesárea por presentación de nalgas.
Si la maniobra es exitosa, y se consigue “girar” al bebe haciendo que la cabeza sea la presentación que ofrezca al canal del parto, puede que induzcan el parto en ese mismo momento o puede que se dé el alta y se cite para las próximas visitas de embarazo mientras se espera un parto espontáneo.
Moxibustión
Esta terapia forma parte de la tradición medicinal china, en la que se aplica calor en uno determinados puntos, concretamente el punto acupuntura Bladder 67 o Zhiyin. Este lo localizamos en el ángulo externo de la uña del quinto dedo del pie. El calor se aplica mediante la combustión de un puro de moxa, un cilindro hecho con la raíz seca y prensada de Artemisa Vulgaris.
La técnica se basa en la teoría de los meridianos y la vasodilatación capilar, que genera el calor aplicado que hacen que se incremente al circulación de la zona a tratar, en este caso el meridiano vejiga, que es el que lleva energía al útero.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) avala el uso de la moxibustión en diferentes situaciones. Una de ellas es la presentación no cefálica, aunque los resultados de los estudios sobre el éxito de la técnica no son concluyentes y ven la necesidad de más estudios con muestras de mayor tamaño.
En España, un ensayo clínico comparó la versión del feto usando moxibustión en el punto BL67, en un punto anodino (SP1 Yinbai) o el tratamiento habitual, aplicado en su domicilio por las propias gestantes o sus familiares durante 20 minutos, alternando los dos pies durante 2 semanas. En este estudio, se concluye que la moxibustión en el punto BL67 es efectiva y segura para corregir las presentaciones no cefálicas, cuando se emplea entre las 32 y 36 SG.
Es una técnica inocua para el bebé y la mamá, no hay descritas reacciones adversas importantes, solo algunas referencias sobre quemaduras locales sobre la zona de aplicación relacionadas con una mala técnica.
La técnica debe realizarse en un lugar bien ventilado. La gestante debe estar sentada o semisentada. La distancia adecuada entre la moxa y el punto BL67 es aquella en la que la mujer empieza a notar calor, pero en ningún caso dolor. En caso de sentirlo o si nota que quema hay que aumentar la distancia entre la moxa y el punto.
El calor de la moxa se debe aplicar durante diez minutos en cada pie, una vez al día durante catorce días consecutivos. Tras la técnica, es adecuado que la paciente se coloque a cuadrupedia o en posición genupectoral o mahometana (pecho sobre la camilla o suelo, con rodilla apoyadas con una abertura igual a la cadera y pelvis elevada).
Lo ideal es iniciar entre la semana 32-36 de gestación. A mayor edad gestacional menos éxito alcanzado.
La moxibustión puede considerarse una alternativa previa a la VCE que es económica, no invasiva, indolora y segura, tanto para la gestante como para el bebe.
Nos puede reportar beneficios como evitar una cesárea por presentación de nalgas. En caso de no ser efectiva, habría que recurrir a la Versión Cefálica Externa o la cesárea como ultima opción.